19.4.06

NUESTRA LITURGIA... tradición viva en Palabra y Sacramento

PASCUA 2008

SIGNIFICADO: En la Pascua de Resurrección, nos trasladamos del mundo en blanco y negro de la Cuaresma y el Viernes de Dolores, al brillante y colorido mundo de la Resurrección. Afirmar que “¡En verdad ha resucitado!”, es afirmar la realidad de ese nuevo mundo de color y belleza. Es otra manera de decir que el mal ha sido vencido, que el dolor y el sufrimiento pasaron y que el mundo es nuevo. Ésta es sólo una de las maneras como vemos al Domingo de Resurrección. Al triunfar sobre los poderes malignos, Dios ha triunfado también sobre la sobre la muerte. En consecuencia, también escuchamos la seguridad de nuestra propia resurrección para vida eterna, con un Dios de amor. En muchos funerales se eleva una oración recordándonos que podemos confiar nuestros seres amados al seguro cuidado de Dios. En última instancia, también nosotros podemos encomendarnos a ese mismo cuidado. La Resurrección es la respuesta de Dios a nuestro sufrimiento. Por lo tanto es el fundamento de nuestra esperanza. Esperanza es todo aquello que proporciona un sentido de propósito a nuestra vida. La Resurrección es la base a nuestra esperanza de que Dios sigue presente con nosotros y por nosotros, sin importar en que situación nos encontremos.

TRADICIÓN: Cada familia de nuestra feligresía acostumbra recibir un PASCUALITO bendecido. Este símbolo del Cirio Pascual representa la luz del Cristo Resucitado que ilumina nuestras vidas, irradia nuestros pasos por caminos de bien y justicia, y brilla con esperanza nuevos horizontes de servicio y vocación cristiana. Durante las siete semanas de la Temporada Pascual, se insta al pueblo cristiano a encender diariamente el Pascualito, mientras realiza sus oraciones matutinas y vespertinas. Porque oramos lo que creemos y vivimos lo que oramos, nuestras convicciones y acciones van de la mano. Al renovar nuestros votos bautismales, retomamos el trabajo de construir la esperanza prometida.


"Señor Jesús, queremos ser tus discípulos. Concédenos llevar nuestra Cruz día tras día y seguirte hasta la Resurrección."


“Abre nuestros corazones y te daremos nuestro ser en verdad”
Lema Campaña Mayordomía 2007-2008,
basado en una plegaria del Libro de Oración Común


Durante la celebración de Adviento de 2007, se llevó a cabo la tradicional Campaña de Mayordomía de nuestra Misión. Se enmarcaron las reflexiones entorno a cuatro (4) corazones:

Un corazón policromático y multiforme, afirmando la rica diversidad del pueblo de Dios, así como la variedad de dones y talentos que el pueblo cristiano recibe de Dios para luego prodigarlos en servicio y solidaridad al prójimo, en la Iglesia de Cristo y en las comunidades donde le ha tocado vivir;

Un corazón tricolor (azul, rojo y blanco), formando la bandera de Puerto Rico, nuestra Patria y Nación, y declarando así que todo entendido de servicio y responsabilidad cristiana se da desde nuestra realidad de pueblo caribeño, identidad borincana y herencia hispano-afro-amerindia;

Un corazón con un reloj como su centro y marcapaso, declarando que el tiempo es un regalo de Dios y un recurso que devolvemos en reciprocidad, compromiso y esfuerzo en la Viña del Señor donde trabajamos para construir la esperanza prometida, sabiendo que cada minuto cuenta y que puede significar la diferencia en la vida de alguien; y

Otro corazón en madera con un mosaico de distintos objetos, poniendo de manifiesto que nuestra entrega a Dios y la administración responsable de aquello que nos ha sido encomendado, como individuos y como comunidad de fe, se materializa en cada gesto, palabra y acción (pequeña o grande) que hacemos a favor de otros y por el bienestar de toda la creación de Dios.

Estos cuatro corazones, a su vez, constituían un vínculo mayor, al unirse como partes integrales de un corazón que los abarcaba a todos. En aquél se recogían los latidos, las ansiedades, las aspiraciones, los dolores y los sueños de nuestra Misión al venir ante Cristo, siempre presente y solidario y en medio nuestro en Espíritu, Palabra y Sacramento. Fue entonces cuando dedicamos nuestras vidas completas (tiempo, talento, trabajo, tesoro y testimonio) el Domingo de la Lealtad, presentando nuestras promesas y todo nuestro ser en amistad y fidelidad a Dios.

Como anglicanos, creemos aquello que oramos, por eso asumimos luego el reto de multiplicar una aportación monetaria y entregarla en esta Fiesta de la Pascua de la Resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesús el Cristo. De esta manera, dramatizamos la parábola de los talentos, como siervos buenos y responsables de la parte encomendada.

Para cerrar formalmente esta Campaña de Mayordomía, decidimos honrar conforme al mandato apostólico, “reconoced a quienes se esfuerzan en el Señor”, a cuatro pilares y mayordomos fieles y símbolo de esta comunidad: Don Wiso, Doña Doris, Doña Milagros (la viuda del Padre Molina) y el Hno. Freddy. Estas personas han sido como la viuda de los Evangelios, quien dio generosamente y capturó con sus acciones silentes la atención de Jesús mismo. Personas que a pesar a sus múltiples dificultades han mostrado fidelidad en sus promesas y lealtad en su testimonio. A él y a ellas vaya nuestra gratitud comunitaria, pues son dignos ejemplos a emular. Que Dios les bendiga, fortalezca y acompañe en todo momento. Amén.

Fotos de las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa 2006