Misión San Mateo Apóstol y Evangelista, Peñuelas, Puerto Rico
Somos parte de la Diócesis de Puerto Rico de la Iglesia Episcopal. Estamos ubicados en el Barrio Quebrada Ceiba, Sector La Gelpa, Peñuelas. "Ven y ve lo que está pasando en San Mateo" es nuestra invitación a quienes quieren ser parte de una comunidad cristiana vibrante y diferente, de fe apostólica, tradición católica, proclamación profética, misión evangélica, práctica inclusiva, compromiso social, ministerio variado y servicio cristiano. SANTA EUCARISTÍA: Domingo 10:00 AM
15.5.06
NUESTRA GENTE... compañerismo y servicio
19.4.06
NUESTRA LITURGIA... tradición viva en Palabra y Sacramento
SIGNIFICADO: En la Pascua de Resurrección, nos trasladamos del mundo en blanco y negro de la Cuaresma y el Viernes de Dolores, al brillante y colorido mundo de la Resurrección. Afirmar que “¡En verdad ha resucitado!”, es afirmar la realidad de ese nuevo mundo de color y belleza. Es otra manera de decir que el mal ha sido vencido, que el dolor y el sufrimiento pasaron y que el mundo es nuevo. Ésta es sólo una de las maneras como vemos al Domingo de Resurrección. Al triunfar sobre los poderes malignos, Dios ha triunfado también sobre la sobre la muerte. En consecuencia, también escuchamos la seguridad de nuestra propia resurrección para vida eterna, con un Dios de amor. En muchos funerales se eleva una oración recordándonos que podemos confiar nuestros seres amados al seguro cuidado de Dios. En última instancia, también nosotros podemos encomendarnos a ese mismo cuidado. La Resurrección es la respuesta de Dios a nuestro sufrimiento. Por lo tanto es el fundamento de nuestra esperanza. Esperanza es todo aquello que proporciona un sentido de propósito a nuestra vida. La Resurrección es la base a nuestra esperanza de que Dios sigue presente con nosotros y por nosotros, sin importar en que situación nos encontremos.
TRADICIÓN: Cada familia de nuestra feligresía acostumbra recibir un PASCUALITO bendecido. Este símbolo del Cirio Pascual representa la luz del Cristo Resucitado que ilumina nuestras vidas, irradia nuestros pasos por caminos de bien y justicia, y brilla con esperanza nuevos horizontes de servicio y vocación cristiana. Durante las siete semanas de la Temporada Pascual, se insta al pueblo cristiano a encender diariamente el Pascualito, mientras realiza sus oraciones matutinas y vespertinas. Porque oramos lo que creemos y vivimos lo que oramos, nuestras convicciones y acciones van de la mano. Al renovar nuestros votos bautismales, retomamos el trabajo de construir la esperanza prometida.
"Señor Jesús, queremos ser tus discípulos. Concédenos llevar nuestra Cruz día tras día y seguirte hasta la Resurrección."
“Abre nuestros corazones y te daremos nuestro ser en verdad”
Lema Campaña Mayordomía 2007-2008,
basado en una plegaria del Libro de Oración Común
Durante la celebración de Adviento de 2007, se llevó a cabo la tradicional Campaña de Mayordomía de nuestra Misión. Se enmarcaron las reflexiones entorno a cuatro (4) corazones:
Un corazón policromático y multiforme, afirmando la rica diversidad del pueblo de Dios, así como la variedad de dones y talentos que el pueblo cristiano recibe de Dios para luego prodigarlos en servicio y solidaridad al prójimo, en la Iglesia de Cristo y en las comunidades donde le ha tocado vivir;
Un corazón tricolor (azul, rojo y blanco), formando la bandera de Puerto Rico, nuestra Patria y Nación, y declarando así que todo entendido de servicio y responsabilidad cristiana se da desde nuestra realidad de pueblo caribeño, identidad borincana y herencia hispano-afro-amerindia;
Un corazón con un reloj como su centro y marcapaso, declarando que el tiempo es un regalo de Dios y un recurso que devolvemos en reciprocidad, compromiso y esfuerzo en la Viña del Señor donde trabajamos para construir la esperanza prometida, sabiendo que cada minuto cuenta y que puede significar la diferencia en la vida de alguien; y
Otro corazón en madera con un mosaico de distintos objetos, poniendo de manifiesto que nuestra entrega a Dios y la administración responsable de aquello que nos ha sido encomendado, como individuos y como comunidad de fe, se materializa en cada gesto, palabra y acción (pequeña o grande) que hacemos a favor de otros y por el bienestar de toda la creación de Dios.
Estos cuatro corazones, a su vez, constituían un vínculo mayor, al unirse como partes integrales de un corazón que los abarcaba a todos. En aquél se recogían los latidos, las ansiedades, las aspiraciones, los dolores y los sueños de nuestra Misión al venir ante Cristo, siempre presente y solidario y en medio nuestro en Espíritu, Palabra y Sacramento. Fue entonces cuando dedicamos nuestras vidas completas (tiempo, talento, trabajo, tesoro y testimonio) el Domingo de la Lealtad, presentando nuestras promesas y todo nuestro ser en amistad y fidelidad a Dios.
Como anglicanos, creemos aquello que oramos, por eso asumimos luego el reto de multiplicar una aportación monetaria y entregarla en esta Fiesta de la Pascua de la Resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesús el Cristo. De esta manera, dramatizamos la parábola de los talentos, como siervos buenos y responsables de la parte encomendada.
Para cerrar formalmente esta Campaña de Mayordomía, decidimos honrar conforme al mandato apostólico, “reconoced a quienes se esfuerzan en el Señor”, a cuatro pilares y mayordomos fieles y símbolo de esta comunidad: Don Wiso, Doña Doris, Doña Milagros (la viuda del Padre Molina) y el Hno. Freddy. Estas personas han sido como la viuda de los Evangelios, quien dio generosamente y capturó con sus acciones silentes la atención de Jesús mismo. Personas que a pesar a sus múltiples dificultades han mostrado fidelidad en sus promesas y lealtad en su testimonio. A él y a ellas vaya nuestra gratitud comunitaria, pues son dignos ejemplos a emular. Que Dios les bendiga, fortalezca y acompañe en todo momento. Amén.
Fotos de las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa 2006
3.2.06
NUESTRA JUVENTUD... don y esperanza
25.1.06
NUESTRA PRIMADA Y NUESTRO OBISPO
La Muy Reverendísima Katharine Jefferts Schori, fue electa por la Convención General de la Iglesia Episcopal como la 26va Obispo Presidente y Primada en un término de servicio de nueve años como máxima líder espiritual y pastora de esta Provincia, que incluye a 2.4 millones de fieles, 110 diócesis en 16 países, incluyendo a Puerto Rico. Es la primera vez en los 400 años de historia del Anglicanismo que una mujer ocupa una de las 38 primacías de la Comunión Anglicana alrededor del mundo. La Dra. Jefferts Schori es una mujer excepcional: posee un doctorado en Oceanografía (graduada en 1983) y otro en Letras Divinas (recibido en el 2001), además es piloto y escaladora de montañas. Luego de ser científica investigadora por cerca de una década, decidió entrar al Seminario. A sus 52 años, ha servido en diversos espacios de ministerio. Fue ordenada sacerdote en el 1994, consagrada Obispo de Nevada en el 2001 e investiada como Obispo Presidente y Primada el 4 de noviembre de 2006.
VISITA PASTORAL 2006
En un acto litúrgico muy emotivo se efectuó el bautismo de dos infantes y la confirmación de dos adolescentes, así como la recepción de varios adultos confirmados a la Comunión de la Diócesis de Puerto Rico de la Iglesia Episcopal. Nuestro Obispo, el Reverendísimo David Andrés Alvarez, presidió la Santa Eucaristía y trajo un mensaje de felicitación a la feligresía y al Vicario como parte de su homilía.
VISITA PASTORAL 2005
En su Visita Pastoral de 2005 a la feligresía de San Mateo en Peñuelas, el Reverendísimo David Andrés Álvarez, Obispo de Puerto Rico, recibió cinco nuevos fieles en la Comunión Anglicana. Con mucho entusiasmo, Freddy, Don Radamés, Doña Gladys, Zaín y Tamika (de derecha a izquierda en la foto) recibieron el abrazo pastoral del Obispo Álvarez, quien le dijo a cada uno, llamándole por su nombre, "te reconocemos como miembro de la Iglesia una, santa, católica y apostólica; y te recibimos en la hermandad de esta Comunión. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo te bendiga, te conserve y te guarde." (LOC 230) Con la suma de estos nuevos fieles, la membresía activa de esta Misión supera los 80 comulgantes, que (junto a decenas de otros simpatizantes) buscan servir a Cristo y a su Iglesia a través de la vida y ministerio de esta comunidad de fe.
Concluida la celebración eucarística, el Señor Obispo disfrutó junto a la feligresía de un suculento almuerzo, que en San Mateo es costumbre ofrecer cada domingo después de la Santa Misa. A modo de ágape cristiano, quienes participan del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en el Santo Sacramento se sientan también a la mesa de la confraternidad a comer y celebrar juntos. Monseñor Álvarez felicitó a la Junta Parroquial por los distintos ministerios que se han desarrollado, especialmente por aquellos relacionados a la catequesis y a la formación litúrgica de los niños y las niñas. San Mateo es una feligresía vibrante y creciente, cuyo testimonio de fe y servicio ha sonado en todos los rincones de nuestra Diócesis.
Conozca más sobre la Diócesis de Puerto Rico y el liderazgo episcopal y pastoral del Monseñor Álvarez, visitando el portal de la Iglesia Episcopal Puertorriqueña: http://www.iepanglicom.org/.
NUESTR@S INVITAD@S Y NUESTRO VICARIO
NUESTROS VIAJES Y MISIONES DE BIEN
Después de disfrutar de la hospitalidad de los hermanos y las hermanas de San Judas Tadeo, la buena gente de San Mateo continuó su recorrido hasta Guavate, donde gustó los ricos manjares de la cocina puertorriqueña, lechón asado, arroz con gandules, pasteles, viandas, así como ricos postres. Fue un pasadía de confraternidad, fiesta, ritmo y sabor... que concluyó cerca de las cinco de la tarde. Participaron alrededor de 40 fieles de San Mateo en esta peregrinación y algarabía cristiana.
24.1.06
NUESTRA NIÑEZ... presente y futuro
Reiteramos aquello que afirmamos en nuestros votos bautismales: nuestro compromiso con el valor de la dignidad humana y la apertura al importante lugar que ocupan todas las personas en la Misión de San Mateo, indistintamente a su edad, género o condición social. Entre otros proyectos de énfasis en el desarrollo infantil que se realizan en la Misión San Mateo, se destacan además el Festival Anual de la Niñez y la Juventud, el Campamento de Verano y las Becas Estudiantiles en memoria del Padre Molina.
NUESTRA VISION Y NUESTRO COMPROMISO
La misión de la Iglesia es ser parábola del Reino de Dios, procurando la justicia y la paz, el amor y la concordia, el respeto y la afirmación de la dignidad humana para todas las personas. Como vehículo de la Gracia Divina para toda la humanidad y comunidad del Espíritu de Vida, la Iglesia adora y consagra su lealtad a Dios, comunica un mensaje de esperanza y nueva vida en Cristo, defiende al oprimido y al necesitado, denuncia los atropellos, tiranías y abusos, se solidariza con quien sufre y le acompaña en su dolor y luchas, vive la experiencia de la misericordia y del perdón transformador, intercede en plegaria y acción por las causas justas, es gestora de proyectos de cambio y transformación social, celebra las distintas experiencias y transiciones en la vida humana y comunitaria, y vive el sacramento de la unidad e igualdad humana en Cristo. Esto es, se une al ministerio divino de reconciliar al ser humano consigo mismo, con su prójimo, con su medio ambiente, con su comunidad y con Dios.
RESOLUCIÓN
Porque Dios está presente y activo en la historia humana, le corresponde a la Iglesia encontrarse con Dios en todas las circunstancias de vida y condiciones sociales para ser instrumento, vocero y aliada de ese proyecto de todos los tiempos de la Redención. La Misión San Mateo Apóstol y Evangelista de la Iglesia Episcopal Puertorriqueña, a través de su Vicario y Junta de la Misión toma la firme resolución de:
1. aceptar la llamada y convocatoria divina al servicio a la comunidad peñolana donde le ha tocado ministrar;
2. entender y afirmar que es parte de su identidad y vocación el ser parábola del Reino y mostrar la misericordia, el amor, la solidaridad y el respeto que Jesús el Cristo, el Verbo Encarnado, manifestó en su ministerio entre nosotros y nosotras;
3. promover la inclusión en su feligresía de todas las personas—libre de prejuicios, estereotipos y etiquetas—afirmando así la Imagen de Dios en el ser humano;
4. incorporar en su programación actividades de confraternidad comunitaria, catequesis y formación litúrgica y espiritual, oportunidades de crecimiento personal y de bienestar integral, y experiencias de servicio comunitario voluntario; y
5. establecer un fondo de solidaridad y proyecto permanente de ayuda a la comunidad, por medio de donativos a personas o familias que estén sufriendo alguna situación de enfermedad, crisis financiera u otra adversidad.